El destructivo Anthony Joshua propinó una brutal paliza en cinco asaltos al sueco Otto Wallin, lanzando su nombre a la palestra para disputar más grandes peleas en el 2024.
Joshua fue contundente, dominó desde la campana inicial y mandó en todas las sesiones hasta que Wallin fue retirado por su entrenador, Joey Gamache, al final del quinto asalto.
El ex bicampeón se impuso con derechazos y fuertes ganchos de izquierda, y se mostró impresionante al ganar su tercer combate del año, tras haber derrotado a Jermaine Franklin en abril y a Robert Helenius en agosto.
Joshua disparó un buen derechazo al cuerpo en el primero y se mostró positivo, concentrado y decidido. En la otra esquina, Wallin se mostró dubitativo y no lo bastante rápido para apartarse del camino de varios derechazos de Joshua.
Wallin luchó defensivamente. Joshua era incisivo, imponente y tenía el dominio en mente. Wallin quedó inmovilizado, cauteloso y sangrando por la nariz en el segundo asalto.
El sueco, que pelea fuera de Nueva York, le había dado problemas significativos a Tyson Fury en el 2019 y que venía de una de las mejores victorias de su carrera contra Murat Gassiev el 30 de septiembre, pero el londinense y campeón olímpico del 2012 fue metódico y rompió a Wallin arriba y abajo con esas derechas rectas.
Wallin también fue clavado por un gancho de izquierda que le hizo tambalearse y aunque Wallin intentaba quedarse con Joshua, recibía golpes y se le marcaba la cara. Los golpes de Joshua tenían dosis iguales de despecho y precisión. La derecha, ya fuera como ventaja o tras el jab, marcaba la diferencia y tras cuatro asaltos Wallin había recibido una paliza.
En la esquina de Wallin, el entrenador Gamache le dijo a su boxeador que no dejara que Joshua se acomodara, pero Joshua dominaba dónde y cómo se estaba disputando el combate.
En el quinto, Joshua conectó un contundente gancho de derecha-izquierda que hizo que Wallin se tambaleara sin control sobre el ring. Joshua aumentó la presión, golpeando a Wallin con ambas manos, y aunque Wallin podría haber agradecido la campana, el entrenador Gamache había visto suficiente y retiró a su hombre casi en el acto.
Joshua, que peleaba por primera vez con Ben Davison en la esquina, había estado imperioso e impecable. Wallin, que sólo había perdido contra Fury, había quedado anonadado.
Wallin subió al ring al son del clásico de Abba de 1980 The Winner Takes it All, pero se fue con las manos vacías y su récord cae a 26-2 (14 KOs).
"Respeto a Otto", dijo Joshua después del combate. "Durante la preparación, dije que tenía que respetar al hombre que tenía delante. Es un auténtico guerrero. Estoy seguro de que habría seguido adelante. Yo soy sin más un boxeador dotado que tiene un don especial. Hoy ha sido sin más mi día".
Joshua fue preguntado sobre si había visto la derrota de Deontay Wilder ante Joseph Parker en el combate anterior al suyo, pero Joshua no lo había visto.
"Sin más, me centré en mí mismo", dijo AJ. "Oí que Deontay perdió, y qué, ya volverá".
Luego, con una amplia sonrisa, confirmó que su objetivo es convertirse en tricampeón del mundo.
"Voy paso a paso, pero eso sería genial", añadió Joshua, ahora 27-3 (24 KOs).
